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martes, 24 de mayo de 2016

UNOS DIAS EN CROACIA

Recorriendo un poco de Croacia, viajamos en Junio 2013 y la idea era hacer un poco de playa y conocer lugares espectaculares que tiene este país. Por supuesto es una visión parcial y puedo decir que muchos otros lugares quedaron sin visitar, pero siempre quedará para una próxima visita.
Lo que quiero es compartir con los lectores este viaje, que la mayor parte la hicimos en auto, como verán en el relato, y sin ningún plan previo, parar donde más nos gustara y aprovechar que en esta época no hay problema de alojamiento en ningún lado, y descubriendo un país maravilloso y lugares de ensueño.



Dubrovnik. La ciudad amurallada
Primera Parte


Decidimos que la mejor opción por la fecha en que viajábamos era hacer el cruce por ferry desde Bari, Italia, a Dubrovnik, Croacia. 
Ana con las luces de Bari atrás

El ferry parte a las 22 hs. Y llega a las 7:00 hs. del día siguiente a Dubrovnik, nosotros habíamos reservado un camarote privado con dos literas, hay también camarote compartido de cuatro y creo seis, hay sillones y algunos pasajero directamente durmiendo en el piso.
A solo de partir a esa hora de la noche es hermoso ver las luces de la ciudad que vas dejando antes de adentrarte al mar. Luego de comer algo en el restaurant del barco, fuimos a tomar algo al bar y luego nos fuimos al camarote a dormir. Bah! Si a eso le puedes llamar dormir. En general, las aguas del Adriático son tranquilas o eso era lo que me parecía a mi. En verdad el barco se movía muy poco, se mecía, pero era impresionante el ruido del agua golpeando contra el casco, no te dejaba dormir, eso hasta la mitad del Mar Adriático, supongo, porque después se calmó y pudimos dormir un par de horas. A la madrugada estábamos llegando y ya puedes ver las islas a los costados del barco y al fondo se divisa Dubrovnik.

Dubrovnik. Puente Franjo Tudman

Al llegar a Dubrovnik tomamos un taxi, que a pesar que el hospedaje se encontraba a pocas cuadras del puerto, por una cuestión de peso, no queríamos arrastrar las valijas, además todo es pendiente hacia arriba y el taxi nos cobraba unos 6 euros, asi que decidimos esta última opción.

Aclaro que este es el único hospedaje que teníamos reservado desde Buenos Aires, porque, como dije antes, en el resto del recorrido no tenía reservas, porque tampoco sabía cuantos días nos íbamos a quedar en cada lugar, y tampoco teníamos un itinerario definido, dependiendo de los lugares que nos gustaran. Esto es posible hacerlo en junio, pues a pesar que había mucho turismo, había mucho alojamiento disponible, en julio y agosto, no creo que sea posible, por lo menos seguro que hay menos disponibilidad.

Dubrovnik. Vista de la calle principal
Dubrovnik. A la entrada de la muralla.

Nos hospedamos en Matusic Guesthouse. Al llegar nos recibió Mladenka Matusic con un jugo de naranjas y nos hizo sentar para descansar, un encanto de mujer por la atención y la cordialidad, ella se hace entender bastante bien en inglés. Luego nos llevó a la habitación, normal nada de otro mundo, lo único incómodo era el baño privado, pero estaba a través de un pasillo, también privado y no tenía puerta, solo una cortina que separaba del resto, pero bueno, era solo por una noche, tampoco daba para andar cambiando de habitación. Hay que aclarar que este es un hospedaje, es decir con pocas 
habitaciones y los dueños viven allí mismo, hay muchos de estos en Croacia, diría que la mayoría. Al otro día nos sirvió el desayuno en la terraza y no nos íbamos a ir sin probar, por supuesto, la rakia (grapa) preparada por ella misma, había de nueces y de uva. Es la bebida típica del lugar, en todo Croacia hay, también se vende en los comercios, pero en casi todas las casas hay preparadas en forma casera y de diferentes sabores, es muy común que en cada casa te inviten con una copita.



Como era temprano, nos cambiamos y fuimos a recorrer la ciudad vieja. En la puerta del hospedaje hay un supermercado, un cajero automático y allí mismo se encuentra la parada de autobuses que te llevan al casco histórico.

Dubrovnik. Caminando por las calles del centro histórico



Dubrovnik. Vista aérea



No bien llegar se tiene una vista espectacular del mar que rodea a la ciudad. Luego se entra por una puerta ya que es una ciudad amurallada y te encuentras con una calle larga de baldosones de piedras, llena de negocios y a los costados otras calles que suben por escaleras, porque está en desnivel. Todo el casco es hermoso, como dije lleno de negocios, restaurants, bares, por la noche se realizan espectáculos al aire libre, está la catedral y otras iglesias de otras congregaciones, porque  hay que destacar que es un pueblo muy católico.


De allí nos dirigimos al funicular que te lleva a un monte, serán unos 600 mts. desde donde se ve toda la costa, el casco histórico, la ciudad y las islas que están enfrente. Es para no perdérselo si visitan Dubrovnik, solo hay que tener un poquito de paciencia en hacer la cola para subir al funicular, pero tampoco es nada de otro mundo.
Dubrovnik. Playa de Babin Kuk



Dubrovnik. La ciudad amurallada de noche y el mar

Luego bajamos, y después de comer algo en uno de los tantos restaurants al aire libre, volvimos a nuestro alojamiento, a buscar las mallas y cargar el bolso, porque nos íbamos a la playa. Tomamos el autobús y fuimos a Babin Kuk, que junto a Lapad, son las playas más cercanas. Al llegar hay que ir bajando hacia el mar y nos encontramos con un lugar muy tranquilo, vista espectacular, el mar muy calmo. Al lado, a pocos metros, hay otra playa con un parador, donde había más gente, luego de bañarnos fuimos a tomar algo. Debo decir que el agua estaba un poco fría para esa época del año, por supuesto que no es lo de nuestras costas, pero nos decían que era un fenómeno climático de este año, porque sino en mayo ya la gente viene a darse un baño.

Después volvimos y a la noche fuimos nuevamente a dar un paseo por la ciudad vieja, que de noche es espectacular, la muralla iluminada y las luces reflejándose en el mar. De frío, nada.

Al otro día alquilamos un auto, este ya lo había reservado desde Buenos Aires por internet, y ya dejamos Dubrovnik para adentrarnos a recorrer Croacia. Fuimos por la ruta y vas pasando por diferentes pueblos junto al mar. En Slano entramos, un pequeño pueblo de veraneo, con la costa que vas recorriendo con el auto junto a la playa, muy tranquilo, muy bonito.
Ston. Camino a Orebic

De allí seguimos y llegamos a Ston, un pueblo muy pintoresco, no se puede entrar con el auto, hay que ir caminando, tiene un castillo arriba para visitar, que no fuimos porque se nos hacía tarde, y una salina marina en las afueras de la ciudad. Una calle lo recorre con restaurants a la calle y negocios, además de su hotelería.


Paisaje desde la ruta, camino a Orebic










Al auto y a seguir viaje que entramos en la península de Peljesac y en cada curva del camino una postal distinta, la montaña, la vista del mar azul y las islas, de lo más lindo que he visto en este viaje. Peljesac se destaca porque es una zona de viñedos, y hay fincas donde se expenden los vinos, que puedes degustar. Eso si, no aconsejo parar en todas las fincas porque sino con las degustaciones te imaginas como terminas, no?
Tomando sol arriba del ferry



Seguimos hasta llegar a Orebic, a tomar el ferry que nos cruzaba a la isla de Korchula, enfrente un cruce de 10 minutos de barco.








Segunda Parte

Continuamos con el relato. Tomamos el ferry en Orebic hasta Korchula. El cruce es rápido y la vista muy linda, te acomodas en unos asientos arriba al sol y a la brisa del mar.

Isla de Korchula
Cuando llegamos nos dirigimos al centro histórico, donde estaba la oficina de informaciones, allí, además de averiguar los lugares para recorrer y pedir mapas, preguntamos por alojamiento y la empleada llamó por teléfono a una mujer, que después vino a buscarnos, porque el hospedaje estaba a dos cuadras frente al mar, un lugar muy bonito, muy económico comparado a lo que habíamos pagado en Italia, una habitación amplia, baño privado y una cocina con lo esencial. Alli nos quedamos dos noches.

Korchula. Entrada a la ciudad vieja





Korchula es una isla hermosa, tiene la ciudad vieja, amurallada, a la cual se accede por una escalera, se llega a una calle con negocios, restaurants, bares con vista al mar, allí vivió Marco Polo, se encuentra la parte de la casa que se conserva donde residió, con una torre a la cual se accede por una escalera que te lleva a un mirador desde donde se ve la ciudad. Por supuesto, por este motivo está lleno de negocios y souvenirs alegóricos.

Cerca de la ciudad está la playa de Lumbarda, que es un lugar con casas de veraneo y en la punta termina con dos playas, una a cada lado de la calle, las mismas son de arena, de las pocas que podes ver en Croacia, pero a mi personalmente no me gustaron y eran muy chicas, un poco sucias.




Playa de Pupnat. La tranquilidad total



De allí tomamos la ruta que cruza la isla y fuimos a Pupnat. El pueblo es muy chico, no tiene nada, pero de ahí bajas por un camino hasta llegar a una playa, esta si es espectacular, rodeada por montañas, hay un bar-restaurant, y otro más, pero estaba cerrado, porque por la época había poca gente, con lo cual la playa tenía muy poca gente. El agua era calma, transparente y a una temperatura agradable, pasamos una tarde espectacular.


Playa de Pupnat. Isla de Korchula


Volvimos a la ruta y fuimos hasta el pueblo de Cara, nada espectacular y volvimos a la ruta para pegar la vuelta. Hay que decir que la isla no es muy grande, en todo su largo es de 41 kms., y llegar al extremo que está Vela Luka, no valía la pena, y esto dicho por la propia agencia de informaciones. Asi que volvimos y fuimos a la ciudad de Rasisce, que se encuentra sobre la costa norte de la isla, es un lugar de veraneo con casas que tienen amarraderos en la puerta donde dejan sus barcos. Se puede bañar pero no hay playa, es una especie de escollera que se baja al mar por escalerillas o directamente desde el muelle.

Luego volviendo a la ciudad de Kórchula, fuimos pasando por otras ciudades que dan al mar, supuestamente más de casas de veraneo que de residentes me parecía, muy lindos los lugares.
La ciudad y toda la isla me gustó mucho, vale la pena visitarla. Al otro día, después de una última visita a la ciudad y comer algo, nos embarcamos para seguir viaje. En principio pensábamos cruzar a la isla de Hvar, pero no había viaje directo, sino que teníamos que ir a Drvenik en el continente y cruzar a la isla en otro ferry, pero en la otra punta de esta, y cruzar para llegar a la ciudad de Hvar. O sino seguir por el continente, que es lo que finalmente hicimos.


Makarska
Tomamos el ferry hasta la ciudad de Drvenik, unas dos horas de viaje y luego seguimos la ruta ya por el continente hasta llegar a Makarska. Esta es una ciudad grande con playas magníficas, un casco histórico, el puerto, enfrente una calle con restaurants y bares, donde se pone muy concurrido a la noche. En todos lados te persiguen para ofrecerte alojamiento en casas u hospedajes preparadas para ello. Finalmente por 45 Euros conseguimos un departamento con un dormitorio, balcón, cocina y baño, todo en óptimas condiciones. La dueña era nacida en Honduras, radicada hacía más de 30 años en Makarska, casada con un croata, asi que hablaba perfectamente español, sin problemas para comunicarnos. Como nos gustó el lugar nos quedamos tres noches.


Playa de Brela



Al otro día hicimos playa en Makarska, visitamos la ciudad antigua y la compra obligada de recuerdos. Al siguiente fuimos a un pueblo que se encuentra a unos 20 kms. o menos, llamado Brela, que es realmente muy bonito, tiene una playa muy extensa, con el agua calma y temperatura agradable, que pudimos disfrutar todo el día.




Omis
Volvimos a Makarska y ya al otro día seguimos viaje para llegar a Split, a unos 60 kms. Antes de llegar pasamos por la ciudad de Omis, la cual nos llevó a parar porque es muy vistosa, vas por la ruta y te encontras con una feria con venta de ropa, frutas, etc. Más alla hay un puente que pasa sobre un río que se comunica al mar y pasa a través de una cañón. Luego fuimos subiendo un monte que termina en un fuerte, hoy es museo con un mirador al que se llega por una escalera muy estrecha, pero una vez arriba la vista es alucinante, se ve la ciudad, el recodo del río, la playa, el mar y enfrente la isla de Brac.
Omis
Después de disfrutar un poco de la ciudad de Omis, seguimos viaje, cruzando el puente y enseguida se llega a Split. Esta es una ciudad muy grande, la segunda ciudad de Croacia, con uno de los puertos más grandes. Alli se encuentra el Palacio Diocesano, aproximadamente del año 70 d.C., que se encuentra en buen estado de conservación, se pueden ver las columnas antiguas adentro, las construcciones, la catedral y hay unas catacumbas donde hoy se encuentran locales de venta de souvenirs, todo de esa época. Cerca del puerto se encuentra una calle arbolada llena de restaurants y bares, muy pintoresca. 

Split. Palacio Diocesano



En lo personal no vimos mucho más que eso, no me gustó mucho, creo que es una ciudad para dedicarle no más de uno o dos días,  asi que decidimos seguir e ir a la ciudad de Trogir, siguiendo la costa del mar. Esta es una ciudad mucho más veraniega, muy bonita, también con un centro histórico, estuvimos un rato, dar una vuelta para conocer y seguimos el camino hasta Sibenik.

Hay por lo menos dos caminos para llegar, por la costa o a través de la montaña, este es más corto y se nos estaba haciendo tarde y no queríamos llegar de noche. Por este camino se va atravesando la montaña, casi totalmente solitario, y se pasan unos pueblos que parecen perdidos en el medio del campo. Al llegar a Sibenik el espectáculo te ofrece una vista singular. Desde arriba se ve el mar, las islas que forman un archipiélago y a lo lejos Sibenik.

Playa de Sibenik


Es bastante grande, tiene un centro histórico muy lindo y un puerto, pero no tiene playa que es lo que buscábamos, por lo menos ahi, en el centro. Retrocedimos unos seis kilómetros donde se encontraban las playas, buscamos alojamiento en casas que ofrecían habitaciones, voy a decir que ya para esta época fue un poco difícil encontrar porque había muchas reservaciones, hasta encontrar la posada de José Jurisca, que tiene un bar sobre la playa y una casa con departamentos muy amplios, con balcón en la parte trasera, ideal para desayunar mirando el verde y el mar al costado, después bajábamos y estábamos en la playa, mejor imposible. Por la noche o al atardecer, era sentarse frente al mar tomando una cerveza y disfrutando de ese paisaje de ensueño, donde los parroquianos o turistas como nosotros llegaban al bar, todo en un clima agradable y sin que nadie moleste al otro, en un clima de respeto, que hemos encontrado en todo Croacia.


Tercera Parte

Sibenik. Centro histórico
Prosigo con el relato que esto está en su punto mejor y todavía falta mucho para terminar la crónica.

Erizos en el mar. Esos malditos bichitos!!!
Como dije estábamos en Sibenik, en realidad parando próximos a ella, frente a la playa, un lugar sublime rodeado de islas, donde el agua es de tal pureza que la costa está llena, entre las piedras de erizos, esos bichitos con púas que se adhieren a las piedras y buscan las aguas de extrema pureza, asi que había que meterse con mucho cuidado al mar. Eso es lo que dije yo, hasta que en una de las zambullidas pegué tremendo rodillazo a una piedra, justo donde estaba el erizo, asi que con el dolor, salí del agua y tenía clavadas cientos de espinas que largan estos desgraciados bichos, las que tuve que ir sacando con una pinza de depilar y una aguja, hasta donde pude, porque hasta mi vuelta a la Argentina tuve clavadas algunas de ellas bajo la piel. Si les pasa a no asustarse, duele un poco pero no son infecciosas, ya habíamos preguntado a la gente de ahí.





Playa de Sibenik
El lugar era hermoso asi que decidimos quedarnos tres días. Por la noche íbamos a cenar o dar una vuelta a la ciudad de Sibenik, que se pone muy linda, tiene restaurants y bares muy bonitos, la gente es muy amable y buscábamos donde había internet porque en el hospedaje no tenía, para comunicarnos con Buenos Aires. Luego volvíamos a nuestro lugar y nos quedábamos en el bar tomando algo y observando el mar, sin una brisa y la noche cálida. Me acuerdo y quiero volver. Los precios daban risa, la cerveza tirada era más barata que el agua, igual era para tomar algo nomás porque no servían nada de comer, asi que los maníes y las papafritas las comprábamos en el supermercado.

Bueno el viaje tenía que continuar y nos esperaban otros lugares hermosos, asi que decidimos dejar ese pequeño paraíso y seguir. Ahora si, tomamos la autopista Split-Zagreb. Por ahí se llega a la ciudad de Zadar, muy grande, con un centro histórico muy interesante con construcciones del año 1000 d.C., la catedral de la misma época, junto al mar de donde salen ferrys a todas las islas de alrededor, tiene un órgano natural por donde entra el agua a través de los recovecos produciendo diferentes sonidos. Es muy linda ciudad, pero ya la conocíamos asi que decidimos no entrar y continuar un poco más adelante hasta el desvío a la isla Pag.

Isla de Pag

La isla de Pag es una de las tres islas de Croacia comunicadas al continente por un puente, las otras son la de Vir, que está enfrente a Pag y la de Krk. La isla de Pag es muy famosa por su producción de quesos. La isla de Vir también se puede visitar aprovechando que está comunicada por el puente, es chica pero tiene muy variadas playas, lugares para comer, un centro para caminar a la noche y mucha infraestructura de alojamiento, muy recomendable para aquellos que quieren pasar unos días en la playa.
La ciudad de Pag es muy linda, muy de verano, con la entrada de mar, enfrente a través de un puente se encuentran las playas, de este lado tiene un centro antiguo y restaurants enfrente del mar. Nos quedamos tomando un helado, contemplando el mar azul, que estaba muy movido por el viento.


Isla de Pag. Camino a Novalja a tomar el ferry
De allí nos fuimos atravesando la isla hasta la localidad de Novalja, desviando a la derecha se encuentra la salida del ferry que en 15 minutos te cruza al continente, a Prizna. Debo decir que nosotros no tuvimos demoras para cruzar, pero comenzaba el fin de semana y del lado de Prizna para cruzar a la isla, la hilera de autos era de varios kilómetros y por la capacidad del barco tenían varias horas de demoras, se ve que es una ruta concurrida, me imagino lo que debe ser en julio y agosto, para tener en cuenta aquellos que quieran hacer esa ruta. Es la única demora que vi en todo el viaje pero les repito que yo viajé en junio.

Senj
De allí tomamos la ruta y subimos hasta llegar a Senj. Es un pueblo antiguo sobre la costa, con calles llenas de restaurants, muy movido, allí comimos y continuamos hacia la isla de Krk, siempre bordeando la costa.











Krk. Puerta de entrada a la ciudad vieja
Al llegar atravesamos el puente, que tiene peaje, y fuimos a la ciudad de Krk, donde nos alojamos cuatro noches.

La ciudad no es muy grande y puedes ir caminando al centro, que tiene un casco histórico, ya que era una ciudad amurallada, conserva parte del castillo, y un centro muy entretenido con buena oferta gastronómica, junto al mar. Ya para ir a las playas hay que trasladarse un poco porque deben estar a unos 1000 mts. del centro. Nosotros elegimos unas que estaban en una zona de hoteles, con un bosque y un paseo con rocas desde donde uno se podía meter al mar o tomar sol.





Isla de Krk. Vista desde el castillo de la ciudad histórica.
 La isla tiene unos 60 kms. de largo, los lugares más importantes a visitar son Malinska, que tiene un puerto desde donde salen los ferrys a otras islas, Punat, puerto de barcos privados, en la punta al sur está Baska, con una playa muy concurrida y famosa, donde se puede pasar el día, volviendo pasamos por Vrbnik, característica por sus viñedos, que tiene su paseo por el centro con vinacotecas donde se puede degustar una copa de vino.
Isla de Krk. Playa de Baska






Continuamos con el viaje y nos fuimos, otra vez cruzando el puente a Rjieka. Esta es una ciudad muy grande con el puerto más importante de Croacia. Tiene un centro muy grande con una amplia calle peatonal donde se encuentran los más importantes negocios. Ahí aprovechamos para comer y no mucho más, después de los paisajes idílicos que habíamos visto.





Playa de Opatjia
Opatjia















Ya estábamos entrando a la provincia de Istria, donde el paisaje cambio respecto a lo que es Dalmacia. Un poco más adelante, siguiendo la costa, unos 20 kms. se encuentra Opatja, un lugar que a principios del siglo XX lo usaba la aristocracia para sus veraneos y aún hoy se conservan esos grandes hoteles de la época restaurados. Tiene una playa de cemento desde donde se meten al mar como si fuera una pileta de natación. Luego fuimos caminando por una rambla donde está lleno de bares y restaurants. En uno de los hoteles que mencioné, que no recuerdo el nombre, está ubicado en medio de un gran parque público, tiene un restaurant muy lujoso y a la noche ofrecen conciertos de cámara.

Pula. Centro histórico

Estuvimos un par de días cerca de este lugar, por cuestiones familiares, luego seguimos viaje. Desde acá se puede tomar la autopista que conduce a Pula, que era nuestro próximo destino, o ir por la ruta bordeando la costa, que es lo que al final elegimos. Este camino te va llevando por el borde de la montaña, vas pasando por lugares de ensueño, entre montañas por un lado y el mar azul del otro. Atraviesas pequeños pueblos, uno de ellos, al que entramos, era Labín, está subiendo una montaña, desde arriba la vista es preciosa, tiene todo un centro antiguo con su iglesia en el medio, típico de los pueblos croatas, como para no perdérselo. Siguiendo la ruta, ya dejando un poco el mar y adentrándose al campo, vas a pasar al costado de varios pueblos hasta llegar a Pula.

Pula. Coliseo romano
Pula es una gran ciudad costera, cuenta con un importante centro histórico, atravesado por una calle larga peatonal con vestigios de la época del Imperio Romano y finaliza en el gran anfiteatro, tal cual el Coliseo romano, pero mejor conservada su estructura, allí se filmaron muchas películas, entre ellas Gladiador.
Enfrente está el mar con sus barcos, ya sea para pasear por las islas o para ir a pescar. Uno va caminando por la rambla y si vuelve al centro histórico, se va a encontrar con una calle que lo lleva subiendo hasta un castillo, no recuerdo el nombre, desde donde se ve toda la ciudad, el mar y las islas.

Verudela. Vista desde el Hotel Istria



Saliendo del centro y alejándose un par de kilómetros se encuentra el barrio de Verudela, donde está el Gran Hotel Istria, frente al mar, y rodeando el mismo se encuentran grandes rocas formando parapetos desde donde se zambullen al mar, al lado hay un gran bosque para el que procura sombra, y siguiendo hay una pequeña playa con un parador y juegos para chicos, que es la que más nos gustaba a nosotros.
Si se continúa más allá bordeando el mar, siguiendo la calle costera, siempre bordeando el mar, se llega a Stoja, otro lugar donde tiene playas para bañarse, y toda la zona está llena de buenos hoteles y habitaciones para alquilar, cerca de la playa, aunque está un poco alejado del centro de la ciudad.
Medulín. Ciudad vieja


También para el otro lado de la ciudad y a pocos kilómetros se encuentra Medulín, que tiene una playa muy concurrida por los habitantes del lugar, con recreo, negocios, restaurants frente a la playa. 

Cerca de allí, un poco antes de llegar se encuentra la ciudad vieja, chiquita pero muy atractiva, con sus calles empinadas y angostas.






Zagreb. Ciudad vieja

Zagreb. Vista de la Catedral de San Marcos
Zagreb. Vista de la plaza principal
Ya después de unos días en Pula, tomamos la autopista a Zagreb, donde nos quedamos un par de días. La capital del país es una ciudad con un millón de habitantes. Está el centro principal y arriba, por el cual se sube con un funicular, se encuentra el centro histórico y político, donde están las autoridades del país. 

También está la iglesia de San Marcos, típica postal de la ciudad, y la Catedral de Zagreb, rodeada por parte de los antiguos murallones que resguardaban la ciudad. 




Ahí nomás se encuentra el portal de Santa María donde se puede ver la imagen de la Virgen María (Kamenita Vrata), que antiguamente era el portón de entrada a la ciudad. Siguiendo por allí te asomás a un mirador desde donde se observa la ciudad y tienes las escalinatas que te llevan nuevamente al centro.










Zagreb es mucho más que ello, pero como cualquier capital de un país es grande y da para recorrerla, pero es un paisaje muy distinto a lo que puede ser Dalmacia o Istria, que dan al mar, eso que conté es solo un recorrido por los principales puntos turísticos para tener una idea de la ciudad.




Acá se terminó el paseo por Croacia, ya habíamos estado un par de veces pero era la primera vez que hacíamos la parte sur, de Dubrovnik a Zadar, y seguro que no será la última porque quedan muchos lugares para conocer.

En total estuvimos 17 días, mucho para ver y un montón de lugares de ensueño, con una de las mejores playas que he visto, con el mar calmo y tibio, la única contra, debo decir, es que las playas son con piedras, y hay que meterse al agua con zapatillas para no lastimarse, pero uno se acostumbra. Este recorrido fue programado para ver la costa dalmática, en su mayor parte, pero Croacia cuenta con parques con lagos y cascadas, como Plivitce o Krka, que visitaremos en otra oportunidad y ya en ese tiempo nos encargaremos que el Viajero Incurable cuente las experiencias de recorrer esos y otros lugares. 

Espero no haberlos aburrido con tanto relato, pero si algún visitante anda por allí, que les ayude para saber por donde andar o sino preguntar, que con gusto lo ayudaré, si puedo.

Hasta la próxima!!!
El Viajero Incurable

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la información. Pregunté por tripadvisor y me contestaste con el blog. Es genial, nosotros vamos para allá en Agosto y vamos a estar 11 días haciendo una ruta muy similar pero incluyendo los dos parques nacionales que mencionas... parece que vamos a ir un poco a carreras pero en estos lugares no importan los madrugones!

Unknown dijo...

Gracias por la información. Nosotros también vamos a Croacia este Agosto del 2 al 14. El viaje lo he organizado yo misma a través de comentarios como este. Gracias una vez más. Estamos muy ilusionados creo que va a ser un viaje maravilloso. Lo único que me preocupa un poco es el tema "ferry", que he leído que hay que estar un par de horas antes, agradecería comentarios, es necesario comprar el billete anticipadamente por Internet.
Gracias

Graciela dijo...

Gracias! Está buenísimo tu blog! Mi lema es "viajar es la mejor inversión! Y lo hacemos juntos mi marido y yo!

VIAJEROINCURABLE dijo...

Gracias, Graciela! Nosotros también aprovechamos cada oportunidad que tenemos para viajar. Ya estamos planeando para el próximo año. Saludos.